La región facial es uno de los punto más importantes
de la apariencia de una persona por lo que es recomendable que cuando
alguna característica o facción que nos desagrade y llegue a impactar en el autoestima, seguridad personal e incluso hasta en el aspecto biopsicosocial, te des la oportunidad de realizarte una cirugía plástica facial, ya que está enfocada a corregir aquellas características que pueden desagradarnos o que simplemente tenemos la intención de mejorar, incluso en el caso de deformidades congénitas (desde el nacimiento) o las producidas por accidentes o lesiones.
Son los que tienen por objetivo la corrección de padecimientos congénitos (de nacimiento) o adquiridos como producto de lesiones, accidentes, etcétera.
Los procedimientos congénitos comprenden la corrección de:
Labio y/o paladar hendidos.
Microtia (deformidad o ausencia de nacimiento de la oreja).
Reconstrucción con tejidos autólogos.
Reconstrucción con orejas protésicas osteointegradas.
Deformidades o anomalías de la mano, etcétera.
Los procedimientos para la corrección de problemas adquiridos como:
Fracturas craneomaxilofaciales.
Reconstrucción de defectos craneales.
Heridas o defectos traumáticos faciales.
Corrección de secuelas traumáticas y/o cicatrices.
