La región facial es uno de los punto más importantes
de la apariencia de una persona por lo que es recomendable que cuando
alguna característica o facción que nos desagrade y llegue a impactar en el autoestima, seguridad personal e incluso hasta en el aspecto biopsicosocial, te des la oportunidad de realizarte una cirugía plástica facial, ya que está enfocada a corregir aquellas características que pueden desagradarnos o que simplemente tenemos la intención de mejorar, incluso en el caso de deformidades congénitas (desde el nacimiento) o las producidas por accidentes o lesiones.
El lifting o estiramiento facial o ritidectomía es un procedimiento quirúrgico para mejorar los signos visibles de envejecimiento de cara y cuello. Conforme el individuo envejece, la piel, la grasa y los músculos faciales que se encuentran fijos a los huesos de la cara a través de ligamentos, tienden a descender por efecto de la gravedad debido a una disminución en el tono de los mismos. El lifting facial no puede detener el proceso de envejecimiento, pero puede mejorar los signos más visibles de este mediante el tensado de las estructuras más profundas, la readaptación de la piel de cara y cuello, y la extirpación de áreas seleccionadas de grasa. Un lifting facial puede realizarse aisladamente, o en conjunto con otros procedimientos, como un lifting de cejas (frontal), liposucción, cirugía de los párpados o cirugía nasal. El lifting facial se individualiza para cada paciente. El mejor candidato para un lifting facial es el que demuestra que cara y cuello han empezado a relajarse, pero la piel tiene elasticidad y la estructura ósea está bien definida. La cirugía tiene una duración variable dependiendo del área o áreas a tratar (frente, tercio medio facial o cuello) y va de dos a cinco horas en promedio. Se realiza habitualmente bajo anestesia general, regularmente con una noche de hospitalización. El tiempo aproximado de recuperación para regresar a las actividades cotidianas es de 15 a 21 días. En los primeros dos días después de la cirugía se utilizan compresas frías en las regiones tratadas.
Las recomendaciones para la fase de recuperación comprende no exponerse al sol y no realizar esfuerzos durante al menos un mes. La paciente puede realizar ejercicio ligero aproximadamente a las cuatro semanas, y ejercicio intenso entre seis y ocho semanas después de la cirugía.
Un cirujano plástico certificado es el único especialista que cuenta con los conocimientos, entrenamiento quirúrgico y experiencia necesarios para realizar este tipo de procedimientos bajo condiciones de máxima seguridad para el paciente.
