de la feminidad, una importante característica de la sensualidad y belleza femenina
reflejado sobre todo en su forma y volumen. No existe una forma y volumen perfecto para todas las mujeres, por lo que ofrecemos una valoración objetiva, analizando los procedimientos de mama que se dividen en estéticos y reconstructivos. Los procedimientos estéticos básicamente se enfocan en mejorar la apariencia de las mamas que, dependiendo del caso se podrá requerir corregir la forma, posición (busto caído) y volumen.
Es un procedimiento quirúrgico destinado a disminuir el tamaño, corregir la posición y mejorar el aspecto general de las mamas. El procedimiento está indicado en mujeres que presentan problemas derivados del peso y tamaño excesivo de las mamas, como dolor de espalda, cuello y hombros, irritación e infección cutánea, alteraciones psicológicas con repercusiones físicas o sexuales, dificultad o imposibilidad para la realización de actividades deportivas, entre otras.
El procedimiento tiene una duración aproximada de tres a cuatro horas y puede llevarse a cabo de forma ambulatoria o con una noche de hospitalización posoperatoria; se realiza bajo anestesia general y hay varias técnicas diferentes para reducción mamaria. La principal diferencia entre ellas radica en la extensión y localización de las incisiones, las cuales pueden ir desde una simple incisión circular alrededor de la areola hasta una incisión compleja que incluye, además de la anterior, una herida vertical hasta el pliegue inframamario y una horizontal a través de este (cicatriz en forma de “ancla”).
La elección de la técnica quirúrgica dependerá de varios factores, principalmente el tamaño de la mama y el grado de caída de la misma. El tiempo aproximado de recuperación para regresar a las actividades cotidianas es de entre 10 y 14 días.
Frecuentemente se colocan drenes al finalizar la cirugía (pequeños tubos que ayudan a extraer el líquido que se acumula por debajo de las heridas), los cuales se retiran habitualmente entre dos y siete días después.
Las recomendaciones posoperatorias son no cargar objetos pesados, no asolearse al menos un mes. Se debe utilizar un sostén (brassiere) especial durante algunas semanas para asegurar el mejor resultado. La paciente puede realizar ejercicio ligero aproximadamente a las cuatro semanas, y ejercicio intenso entre seis y ocho semanas después de la cirugía. Dependiendo de la técnica utilizada puede o no haber dificultad para la lactancia, en un embarazo futuro.
Un cirujano plástico certificado es el único especialista que cuenta con los conocimientos, entrenamiento quirúrgico y experiencia necesarios para realizar este tipo de procedimientos bajo condiciones de máxima seguridad para la paciente.
